Biodiversidad

¿A quién no les gustan las coloridas mariposas revoloteando de flor en flor en los días soleados? Si lo desea, también usted puede atraerlas a su jardín. Para ello necesita un lugar soleado y protegido del viento. Puede atraer a las visitantes de las flores ofreciéndoles una comida vegetal especial:

• Las lilas son un verdadero imán para las mariposas.
• Lavanda, rudbeckia, aster, cardo, eupatorio, viborera y centaurea
• A las orugas herbívoras se les puede dar de comer arbustos como el endrino, la zarza y la frambuesa, así como el avellano y el rosal. También les gusta la ortiga, la salicaria, la filipéndula, el epilobio de hoja estrecha, el trébol violeta, el trébol de cuerno y la veza, entre otros.

Puede dejar tranquilamente alguna fruta colgando de los manzanos o perales en otoño. De ellas se alimentan mariposas tardías como la poligonia o la vanessa atalanta. Para facilitar la orientación de las mariposas nocturnas, elimine las fuentes de luz o utilícelas poco.

Las abejas son voladoras incansables que se alejan de casa hasta 3 km en busca de néctar y polen. Para encontrar suficiente alimento, necesitan plantas en flor como la lavanda, la salvia, el jacinto de uva, la anémona hepática, la almohada azul, la phacelia, el puerro ornamental y el cardo de bolas. Es especialmente importante que estos animales dispongan de plantas que liberen su polen en verano y otoño. Porque en muchos jardines la floración ha terminado, e incluso en la naturaleza hay contadas especies polinizadoras floreciendo. También debe tener en cuenta que, aunque las flores dobles son muy bonitas, en ellas, las flores se han convertido en pétalos a través de la cría y cultivo. No ofrecen polen y no aportan nada a nuestros visitantes de flores. Por eso es mejor que no plante flores de este tipo.

Para fumigar, utilice productos preparados a base de elementos activos naturales y siga minuciosamente las instrucciones.

En todos los jardines y su biodiversidad se producen desechos orgánicos, como por ejemplo restos de poda de arbustos, troncos de col y otros restos del huerto. Es una lástima que acaben en el contenedor de reciclaje, porque desaparecen del jardín y se pierde sustancia orgánica valiosa.
En el termo-compostador se obtiene abono orgánico de gran valor a partir de esos desechos en pocas semanas. Repartido en los parterres, este abono enriquece el suelo con humus. Eso aligera el suelo y facilita que se pueda trabajar el suelo arcilloso pesado. A la vez, los nutrientes contenidos en el abono orgánico favorecen el crecimiento de las plantas, evitando la pérdida de biodiversidad. Por otro lado, en un suelo rico en humus se desarrollan mejor los seres que viven en el suelo. ¡Encontrará muchas más lombrices de tierra en su terreno!

¡En otoño no limpie su jardín excesivamente! En un montón de hojas y ramas, los erizos se hacen un refugio donde pasar el invierno. Debería estar ubicado en una esquina del jardín protegida y, a ser posible, seca.

Muchos insectos también pasan el invierno entre las hojas, como por ejemplo las beneficiosas mariquitas. Los animales adultos se refugian allí y pueden soportar temperaturas de hasta -15° C. Dejar hasta la primavera no solo las hojas, sino también las ramas de los parterres, es una gran ayuda para ellos. La hojarasca se descompone más rápido cuando se le añade activador del compost Radivit^®. No daña a los animales.

No utilice sopladores ni aspiradores de hojas. ¡Podría dañar y molestar a demasiados habitantes del jardín y producir una pérdida de biodiversidad!